jueves, 28 de febrero de 2013

Un susurro.


Sabe amargo. Necesitaba salir, el frío siempre ha sabido escuchar los sentimientos. A veces no sabe que decir, mas a preguntas sin respuesta, ¿quién te podrá responder? Al menos escucha y eso me consuela aunque sea mínimamente. Un susurro a oídos que ya nadie quiere aconsejar. Una caricia a un corazón dolorido y confuso. Siento algo. Odio no sentir, lo necesitaba. Gritos silenciosos que reclaman, si acaso, esta amarga angustia. Palabras que nadie conocerá nunca. No existen. No existen sino en su interior. Torbellino de emociones acumuladas que no entiendo. Me consumen. Tramas de colores grises que no acierto a imaginar. Aquí están, ¿puedes verlos?